lunes, 25 de abril de 2016

No sé cuanto te va a doler, ni sé si te merecerá la pena,... En realidad no soy nadie para poder decirte que pasará... Solo quiero decirte que seas consecuente no con tus palabras sino con tu corazón, con tus sentimientos. De verdad no me digas que tengo razón, se tu el que te des la razón, sé esa persona que se mire en el espejo y que ame cada una de tus imperfecciones, recuerda que detrás de cada cicatriz se esconde una historia, tu historia,...
Divago demasiado entre tu cicatrices, en tus historias, en intentar descifrarlas, en que tu me dejes hacerlo, en que te dejes, en que me dejes,... Estoy demasiado perdida, demasiado perdida sin ti, que ya ni se lo que digo y mucho menos lo que hago... o mejor dicho lo que no me atrevo a hacer...
Y si pienso un poco más allá de ti me doy cuenta de lo frívola que suenan mis palabras, de lo frívolo de mis sentimientos,... yo muriéndome de pena y ellos muriéndose de hambre, matándolos por creencias incomprensibles en mi mundo, en el que mi única religión son los lunares de tu espalda, y vuelta a la frivolidad de mis palabras, de las tuyas arañando mis entrañas, de tus suspiros que me rompían el alma... De besos de esos que en vez de dar vida te la sacaban, de todo lo que pudimos llegar a ser y de todo lo que no nos atrevimos a hacer... y quizás de eso se trata de que no estábamos lo suficientemente locos para atrevernos, atrevernos a todo sin ningún miedo que nos paralizara. Pero que hago otra vez, había empezado bien pero fue recordar tus lunares y volver ha perderme en ellos, y es que no se que me hiciste o quizás lo sepa y tenga miedo de que otro borre tus huellas, porque no quiero que se vayan,... Necesito seguir teniendo tu marca en mi piel, y no hay colonia que imite tu olor...Y desde que me dejaste todo es así frases interminadas, y lágrimas que intento esconder tras las mil sonrisas dibujadas, intentando no pensar en lo distinto que eran los abrazos cuando tu me los dabas, en que ninguno de los besos me ha llenado desde el último que me diste, que no sé si es posible pero mi corazón se encoje un poquito cada vez que me acuerdo de ti y que no sé si podrá seguir soportando tantas flechas que lo atraviesen,... Y por mucho que lo intente nunca soy capaz de acabar bien cuando se trata de ti, y bueno es que siempre se trata de ti.