sábado, 28 de noviembre de 2015


He conseguido saltar al vacío de la manera más estúpida posible... He empezado mil historias y las he dejado todas a medias... Y es que nunca me han gustado las despedidas, y los cambios todavía menos,... He llorado noches enteras por gente que no me merecía y no he podido echar ni una lágrima por los que de verdad valían. No puedo evitar escribir y que inconscientemente aparezcas en mi cabeza, porque siempre hay una línea dedicada a ti aunque no lo quiera. Vivo subida en este tío vivo que no deja de girar y si intento bajar, me caigo, ya lo he intentado muchas veces. No llego a entenderme del todo. Y me arrepiento de muchas cosas que hago aunque nunca lo vaya a reconocer en público,... Porque eso de reconocer que ha sido mi culpa no me gusta nada.
A pesar de que se que no va ha aparecer, sigo esperando a que mi príncipe azul entre por la puerta de mi vida. Querría ser capaz de levantarme y decirme que hoy me voy a enamorar de ti y mañana de otro y pasado de otro otro, y vivir simplemente la vida, sin esperar nada de nadie,.. porque algo que he aprendido mientras esperaba es que cualquier persona te puede decepcionar. Es más yo soy la primera que he decepcionado a esa pequeña niña que soñaba con ser mayor y hacer cosas grandes, cosas importantes,... Que feliz era así de ingenua,... Cuando me creía todo lo que me decían, cuando no ponía un muro antes de conocer a una persona, cuando no tenía miedo de que me hicieran daño,... Y por mucho que diga se que seguiré esperando a que pase la vida, seguiré odiándome por todo lo que no he hecho, por todas las veces que he decepcionado a esa pequeña.